El ministerio de defensa italiano rechaza la compra de un submarino norteamericano argumentando que es demasiado viejo y no vale absolutamente para nada. Empeñados en demostrar que está en perfecto estado, les proponen a los italianos una competición por el mar Mediterráneo, entre el submarino y un caza. Pero por una equivocación, seleccionan mal a los marineros, eligiendo a los más extravagantes.