Elisa se ha convertido en un chica tímida, conservadora, dedicada a su empleo y evitando tener vida social. Entre su familia y su trabajo, la única persona con la que convive en su rutina es Carlos, a quien podría considerar su mejor amigo. Un día Elisa es visitada por su yo del futuro, quien le explica que el camino para retomar su vida y encontrar la felicidad es perder el miedo en el trabajo y dejarse encontrar por el amor.