En una partida de póquer, un jugador es sorprendido haciendo trampas; Van Morgen (Dean Martin) intenta salvarlo, pero los demás jugadores acaban linchándolo. Mientras tanto, llegan al pueblo el predicador Jonathan Rudd (Robert Mitchum) y Lily Langford (Inger Stevens) con sus chicas. Cuando dos ciudadanos son asesinados, Van recuerda que ambos se encontraban en aquella fatídica partida de cartas.