1930. Moscú. Un grupo de grandes economistas e ingenieros están acusados de planear un golpe de estado contra el gobierno soviético. Se les acusa de pactar con el primer ministro francés, Raymond Poincaré, para derribar el comunismo y establecer el capitalismo. Tras una creación de pruebas falsas y acusaciones forzadas, son obligados a testificar por un crimen que no cometieron. La corte sentencia la pena capital.