Mary y su madre dirigen un negocio de fotografía post mortem en la Australia de 1840. Ambas llegan a una pequeña granja, donde encuentran a unos padres devastados que lloran por la muerte de su hija. Pero cuando se disponen a realizar su trabajo, la madre de Mary debe consolar a los padres en su duelo, dejando a Mary sola para enfrentar su fobia: ella debe hacer todo lo posible para fotografiar a la pequeña fallecida para que parezca viva...