El teniente Thomas Glahn llega a las regiones del norte para vivir tranquilamente en el bosque y cazar para su propia subsistencia. Solo en el bosque, con un perro como única compañía, oscila entre la calma y el desasosiego. En su trato con las gentes del lugar conoce y se obsesiona con Edvarda, la hija del mercader. Un epílogo, ambientado en el trópico y contado por un compañero de caza, habla del suicidio de Glahn.