Marko tiene treinta y tantos años y acaba de publicar un libro. Desde su antigua vida universitaria pudo vivir en el centro de Berlín, debido a su falta de complicidad con la vida burguesa que llevan a cabo sus padres y sus ganas de enfocar su vida hacia otro extremo. No aguanta a sus padres, aunque todos los años pasan juntos dos o tres días para que disfruten de su nieto. Marko adora a su hijo y por ello no quiere separarle de la fmailia y de aquello que significa para un niño, por ello invita a pasar el fin de semana a casa a su familia.