El agente de los Marshals Raylan Givens (Timothy Olyphant) empieza a tirar del hilo de un caso que comenzó hace más de 30 años, hasta desovillar un enigma cuyos orígenes se remontan a su propia infancia y a un asunto turbio en el que estaba envuelto su padre. Mientras tanto, Boyd Crowder (Walton Goggins) pierde su dominio sobre Harlan por culpa de un predicador algo teatrero y con grandes dotes de manipulación.