Un vendedor de coches aparece muerto en el fondo de un desfiladero y se descubre que ya estaba muerto antes de que lo tirasen desde lo alto del puente, por lo que el suicidio queda descartado; en el laboratorio, los huesos del muerto empiezan a echar espuma, lo que provoca el cierre inmediato del laboratorio; el equipo se da cuenta de que solo tiene 24 horas para descubrir la causa de la muerte antes de que los huesos se desintegren por completo.