Cuando el Conde de Girodelle tiene los rifles de sus soldados apuntando a los representantes del pueblo, aparece Oscar y lo detiene. Como resultado, la familia Jarjayes será privada de sus derechos. Por orden de María Antonieta se levanta la sentencia contra la familia Jarjayes. Oscar le pide a Bernard que la ayude a liberar a sus hombres. El poder del pueblo crece.