En la boda de Marisol y Francisco, el Padre los casa, aunque ellos no hayan llevado los anillos ni las arras. Todos los felicitan en la puerta de la iglesia; pero aparece Giorgio, quien reconoce a Francisco y le grita que es un impostor…Luego aparece Jackie con Laurita, quienes acusan a Marisol de teibolera. La situación se convierte en caos; Marisol y Francisco se insultan mutuamente, por lo sucedido. Marisol no para de llorar porque cree que ya no tiene lugar para una herida más…Giorgio la consuela. Alicia le pide una explicación, por qué no le dijo la verdad desde un principio…Marisol le confiesa a su amiga, que no solamente baila ahí…Sino que es prostituta.