Shark espera el veredicto sobre su complicidad en el crimen de Sarah Belkin en 1996. El Tribunal le condena a perder su licencia de abogado en el estado de California y posiblemente también a dos años de prisión. Sin embargo, una oferta de la oficina del Fiscal del Estado podría cambiar su suerte. Si Shark y su equipo logran reunir pruebas contra Oscar Riddick, otro implicado en el crimen de Sarah, Shark podría librarse de la cárcel y recuperar su licencia.