El Canal de Suez es amenazado por una guerra santa en el Sudán y el General Charles Gordon, asesinado por los rebeldes, se convierte en el “mártir del imperio”. Cecil Rhodes busca depósitos de diamantes en el sur de África y establece el control británico en la región. Sin embargo, cuando Victoria celebra su quincuagésimo aniversario, el imperio se encuentra en el borde de sus horas más oscuras. La Guerra de los Bóer conduce a pérdidas devastadoras y a la revaloración de la causa británica. Finalmente, en 1901, la muerte de la Reina Victoria, marca el final de una era extraordinaria.