Yuko desafía a Momo a una batalla durante el fin de semana, que termina convirtiéndose en una sesión de carrera de todo el día. Cuando Yuko termina teniendo que pedir prestado dinero a Momo para tomar el tren a casa, ella termina posponiendo su batalla hasta que pueda devolverle el dinero para no gastar toda su asignación.